Si estás haciendo bechamel o si has usado harina para espesar una salsa, es posible que te hayas encontrado con un inconveniente: los temidos grumos. Te contamos cómo puedes evitar que aparezcan, tanto si todavía no has empezado la receta como si ya estás en faena. Ficha estos trucos para saber cómo quitar los grumos de la bechamel o de la harina en las salsas.
Trucos para quitar los grumos de la bechamel
Si todavía no has empezado a preparar tu salsa o tu bechamel, lo mejor que puedes hacer es añadir la leche poco a poco, mejor templada o caliente, para evitar estos grumos. Si para tu salsa primero añades la leche y después la harina, tamiza la harina antes de añadirla a la sartén. El truco de Arguiñano es lanzarla hacia el aire en lugar de directamente a la sartén, de este modo, caerá como si estuviera tamizada y no se formarán grumos.
¿Ya ha ocurrido el desastre? Tranquilo, hay solución. Si la mezcla no es muy espesa, puedes usar un colador para filtrar los grumos y que se queden aparte de la salsa. Si es más espesa y no se puede colar bien, puedes pasar la salsa por una batidora. De este modo, los grumos desaparecerán. Añade un poquito más de leche para poder triturarlo bien y listo, ya tendrás una salsa fina y sin grumos.
Otra opción es usar unas varillas manuales y tratar de batirlo, ya sea en sartén o en un bol al que lo saques. Es un método un poco más complicado y que te va a dar más trabajo, pero muchas personas lo prefieren para evitar que la salsa pierda su textura original.
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