Lo hacemos casi a diario (o al menos cada vez que vamos a utilizarlo), pero en realidad muchas veces lo seguimos casi de forma automática, sin plantearnos los motivos. Si alguna vez te has preguntado por qué hay que precalentar el horno, te contamos los motivos.
Por qué hay que precalentar el horno: estos son los motivos
¿Por qué hay que precalentar el horno? Quizá en alguna ocasión te has planteado no precalentarlo para ahorrar energía, pero en realidad esto es un error para la mayoría de las recetas.
Y es que introducir los alimentos sin que el horno haya alcanzado la temperatura idónea puede afectar a su textura y sabor. Por eso, te tienes que fijar bien si la receta te pide que tengas el horno precalentado o si te indica que puedes comenzar desde cero para que vaya cogiendo el calor. Por ejemplo, en el caso de una pizza, siempre hay que precalentar, ya que si nuestra receta va subiendo de calor progresivamente a la vez que el horno la masa se nos quedará como blandengue.
También ocurre algo similar en el caso de recetas que lleven levadura, como bizcochos, galletas o tartas. Si no le damos ese golpe de calor inicial, no conseguiremos que la masa suba como es debido.
Por lo tanto, para conseguir los mejores resultados en el horno, hay que precalentarlo sin nada y cuando haya llegado a la temperatura idónea introducir los alimentos.
¿Qué pasa si precalentamos de más?
Hay personas a las que le sucede justo lo contrario. Ponen a precalentar el horno mientras terminan de preparar los alimentos para introducirlos en el horno, pero se llega a la temperatura antes de tiempo. Normalmente son unos 15 minutos (aunque depende del horno), por lo que esto nos puede ayudar a calcularlo.
Pero, ¿qué pasa si precalentamos el horno de más? En realidad, nada. Y es que la mayoría de electrodomésticos tienen un termostato al que le indicamos a qué temperatura vamos a querer utilizarlo y una vez que llega a este nivel se mantiene a esa temperatura constante, por lo que no debería afectar. Eso sí, ten en cuenta que cuanto más tiempo tengas el horno encendido más energía vas a gastar, por lo que lo ideal es que lo ajustes al máximo.
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